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24 Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana(A), y golpeó a Micaías en la mejilla y dijo: «¿Cómo es que el Espíritu del Señor pasó de mí para hablarte a ti(B)?». 25 Respondió Micaías: «Tú mismo lo verás aquel día en que entres en un aposento interior para esconderte(C)». 26 Entonces el rey de Israel dijo: «Toma a Micaías y llévaselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,

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